La triada oscura de la personalidad. Poder, dinero y placeres

*Mg (c) Héctor Cáceres B.

Introducción

El fenómeno de corrupción internacional del caso Odebrecht; ha escandalizado a las sociedades y puesto crisis a las élites políticas y económicas de muchos países. En tal sentido, este caso ha puesto en evidencia muchos aspectos de las formas de pensar y actuar en sujetos y estamentos de muchos espacios sociales. Así encontramos en muchos políticos y empresarios una recurrencia en sus conductas sobre la búsqueda del poder, la riqueza y los placeres; distorsionando así el valor del servicio público a la nación y los valores de nuestra cultura cristiana.

A lo largo de la historia latinoamericana encontramos múltiples casos de dictaduras y enriquecimiento ilícito de muchos gobernantes y sus grupos socioeconómicos cómplices. Muchos de estos casos han sido tomados como referencias para obras literarias como Amalia (1851) de José Marmol, quien escribe contra el dictador Juan Manuel Rosas en Argentina. Tenemos a El señor presidente (1946) de Miguel Ángel Asturias,  el cual retrata al dictador Manuel Estrada a quien caricaturiza como el mal absoluto. También tenemos a El recurso del Método (1974) de Alejo Carpentier, quien desarrolla en su novela las historias de diferentes personajes poco democráticos de Cuba. Y entre otros tenemos a Conversación en la Catedral (1969) y La fiesta del Chivo (2000) de Mario Vargas Llosa, quien trata en sus novelas a las figuras d Manuel Odría y Leónidas Trujillo en Perú y República Dominicana respectivamente.

Así, el fenómeno del autoritarismo y la corrupción ha estado en la memoria colectiva de nuestras sociedades de manera muy visible. Hemos tenido a personajes autoritarios como el difunto Hugo Chávez y el actual presidente de Venezuela Nicolás Maduro, los cuales también se han caracterizado por un comportamiento histriónico y populista; y que han dejado a su país en una profunda crisis económica y social, con repercusiones humanitarias internacionales por la migración.

Estos fenómenos no son ajenos a nuestra realidad en el Perú, así encontramos toda una constelación de personajes en la política que han sido investigados o están siendo procesados por casos de corrupción, teniendo incluso ya varios ex presidentes en prisión. Así tenemos a Alberto Fujimori en prisión, Alan García quien se suicidó al ser detenido, Alejandro Toledo detenido en EEUU, Pedro Pablo Kuczynski en prisión y otros personajes en investigación.

La Triada oscura de la personalidad

            Se trata de un constructo de rasgos de personalidad desarrollado por los psicólogos de la Universidad de la Columbia británica Delroy Paulhus y Kevin Wiliams, quienes en el año 2002 publicaron un artículo denominado The Dark Triad of personality: Narcissism, Machiavellianism, and psychopathy , en donde plantearon a las tres grandes  dimensiones de la personalidad que son dañinas para las personas con quienes se relacionan, siendo dichas dimensiones posibles de encontrar entre la población, no habiendo necesariamente una patología. Dicho constructo se define como la expresión de las características de ciertas personas que poseen rasgos narcisistas, maquiavélicos y psicopáticos. Siendo así, estas personas son sumamente egocéntricas, ya que  por un lado el narcisista puede mostrarse arrogante con grandes deseos de ser admirado y adulado, el psicópata con grandes muestras de agresividad e insensibilidad y el maquiavélico con unos grandes deseos de poder siendo manipulador e inescrupuloso para ello.

Así, la personalidad maquiavélica o manipuladora se caracteriza por no tener principios, manipulando a las personas cínicamente y sin miramientos para conseguir sus objetivos (Jones & Paulhus, 2009). En cuanto al narcisismo encontramos  la existencia paradójica de la grandiosidad y la vulnerabilidad (Gonzáles, 2015). En el caso de la psicopatía, esta se caracteriza por los bajos niveles de amabilidad y responsabilidad (Furnham, Richards & Paulhus, 2013). Pero también para Christie & Geis (1970) el maquiavelismo se refiere a la manipulación y explotación de los demás para conseguir los propios fines, ello considerando incluso el ser capaz de manipular realizando planes a largo plazo y obtener la satisfacción por ello. En cuanto al narcisismo, para Raskin & Hall (1979) se trata de la grandiosidad o admiración que se da excesivamente hacia uno mismo; y para ello busca la atención y admiración del resto de personas. El narciso se cree superior a los demás y cree merecer un trato especial por esa razón. Respecto a la psicopatía, esta se caracteriza por expresar un comportamiento amoral y antisocial, siendo insensible o con pobre empatía sobre las consecuencias en los otros; es además impulsivo en su actuar, dispuesto a todo por lograr sus propios fines.

En un sentido más específico la Triada Oscura de la Personalidad (TOP) puede definirse como la conjunción de tres características principales como son: El narcisismo, que implica sentimientos de vanidad, superioridad, dominio, necesidades dependientes o protagonismo. En el caso del  maquiavelismo, este se caracteriza por el uso del encanto, la manipulación, la estrategia o la tergiversación hacia los demás. Y como tercer elemento de la triada en cuanto a la psicopatía, esta se caracteriza por la impulsividad, la frialdad emocional, la agresividad o el alejamiento empático (Gonzales et al, 2018)

En resumen tenemos a los rasgos del comportamiento maquiavélico:

  • El marcado egocentrismo.
  • La manipulación inescrupulosa de las personas sin tener remordimientos.
  • La ambición desmedida y constante.
  • La escasa sensibilidad por el bienestar del otro cosificando a las personas.
  • El desarrollo de estrategias en el corto, mediano y largo plazo para lograr sus objetivos sin contemplar límites morales o peor aún asumiendo de forma indolente los efectos adversos en las personas incluso inocentes.
  • Habilidad para evaluar las situaciones y a sus víctimas, en cuanto a su utilidad y las vulnerabilidades que pueda explotar.
  • La impulsividad para tomar acciones.

Poder, dinero y placeres

Los diferentes delitos y escándalos en los que están inmersos los diferentes personajes políticos y empresarios denunciados, procesados o encarcelados, denotan muchas de las características de las descripciones realizadas dentro de lo que viene a ser la triada oscura como son el narcisismo, el maquiavelismo y las tendencias psicopáticas.

Así, podemos encontrar en general, además de los excesos, ambiciones o vicios; la falta de escrúpulos para la realización de diferentes  ilícitos tales como  clientelajes o pitufeos y testaferros, incluso homicidios, suicidios o escándalos políticos y familiares de diverso tipo, usurpación de funciones, conculcación de derechos humanos, tráfico de influencias, lavado de activos, cohecho, colusión agravada, enriquecimiento ilícito, peculado, corrupción, falsificación de firmas, extravagancias en el consumo de licores, diferentes tipos de placer y etc.

Algo muy patente es la búsqueda de poder y figuración. A medida que se tenía más tiempo en el poder político su alejamiento de la realidad o ensimismamiento era mayor, así como su negligencia o indiferencia por lo que pasara con los gobernados se hacía más visible, siendo este un efecto de un ego exacerbado. Del mismo modo podemos decir sobre los sentimientos de poder y control sobre las demás personas y cosas. Y también cabe mencionar lo mismo sobre las actitudes personalistas de encarnar los intereses del Estado en uno. A mayor tiempo y acrecentamiento del poder, ya sea como candidatos o presidentes en ejercicio, les ha llevado en algunos casos a tomar acciones  impulsivas o irreflexivas tanto como negligentes; ya sea por tratar de mantener sus estatus o posiciones políticas o por tratar de proteger sus intereses y placeres.

Y es que el interés por el prestigio, el estatus, la fama y el poder, la acumulación de riquezas sin límites, así como el deseo de satisfacer diferentes formas de hedonismo entre la sexualidad, la comida, la bebida y etc se ha manifestado en diferentes formas y acciones, tanto en el ámbito público como privado.

Así, encontramos la configuración de la triada oscura de la personalidad expresada comunmente en el narcisismo, conductas maquiavélicas que implican el no tener escrúpulos para mentir o manipular a otros en beneficio propio y algunas conductas psicopáticas que reflejan la pobre empatía y los deseos de dominio y control para alcanzar y proteger los propios intereses incluso en desmedro del resto de las personas no teniendo escrúpulos para cometer ilícitos al respecto.

Conclusiones

Según se observa de las formas de pensar y actuar dentro de la actividad política en nuestro país; toda la actividad política ha llegado a un punto en el cual las acciones se confunden entre sus medios y fines, la integridad personal desaparece y todo vale por llegar y mantenerse en el poder (maquiavelismo). En el proceso se crean y recrean discursos que intentan justificar las propias conductas inmorales o amorales, recurriendo a la manipulación de la información y las personas; pues todo vale para defender el propio interés, obtener el poder y mantenerse en él. El conflicto entre unos y otros dentro de la esfera política, y hasta de las mismas familias, se hace patente al atacarse o acusarse verbalmente, incluyendo acciones judiciales, para desacreditarse ante la opinión pública y así eliminar al oponente de la escena política.

Así encontramos, dentro de la escena política evidencias de los excesos por la búsqueda de poder, riqueza y placeres; estando comprometidos en la corrupción ya sea por enriquecimiento ilícito, tráfico de influencias, abuso de autoridad y escándalos. No habiendo escrúpulos en establecer vínculos con personas de todo tipo. La acumulación de poder, riquezas y la obtención de placeres o satisfacciones han formado parte de sus “sentidos o sin sentidos” existenciales como fines en sí mismos. Y nunca es suficiente lo obtenido. Estos afanes desmedidos se han ido configurando y reforzando a lo largo del tiempo más aún si hay impunidad, no importando los efectos en las demás personas aunque estas sean inocentes.

En suma, encontramos en diferentes personajes de nuestra realidad nacional comprometidos en procesos judiciales, la configuración de la triada oscura de la personalidad expresada comunmente en el narcisismo, las conductas maquiavélicas que implican el no tener escrúpulos para mentir o manipular a otros en beneficio propio, y algunas conductas psicopáticas que reflejan la pobre empatía y los deseos de dominio y control para alcanzar y proteger los propios intereses, incluso en desmedro del resto de las personas.

Ante esto es importante poner atención en los procesos educativos tanto en la familia como en las escuelas y universidades. Se debe hacer un seguimiento en la educación del niño y el adolescente; tanto padres como profesores deben estar comprometidos en esto. Y no solo en lo que respecta a la familia y la escuela, sino también a los procesos de socialización secundarios como son los tipos de amistades que se tienen. Por un lado padres y educadores deben poner el buen ejemplo; pues la inculcación de valores y el desarrollo de la sensibilidad humana por la justicia y el bien, provienen de esos elementos de integración de afectos y sentimientos, así como de las buenas prácticas de honradez y justicia, desde muy temprano en el desarrollo de la persona. No es de sorprender que se perciba una sociedad en crisis de valores, con tantos personajes que viven en incoherencia o disonancia cognitiva y que coincidentemente se tenga tantas familias endebles o desestructuradas con un abandono en la educación de los hijos y una apabullante influencia de los medios de comunicación, sin  brújula o control en sus servicios informativos, bajo un sentido de libertad muy mal entendido.

Referencias bibliográficas

González, F. R. (2015). La tríada oscura de la personalidad: maquiavelismo, narcisismo y psicopatía. Una mirada evolutiva. Revista Criminalidad, 57 (2): 253-265.

González-Hernández, J., Garita-Campos, D., & Godoy-Izquierdo, D. (2018). La triada oscura de la personalidad y sus implicaciones en el deporte. Una revision sistemática. Cuadernos De Psicología Del Deporte18(2), 187-204.

Furnham, A., Richards, S. C., & Paulhus, D. L. (2013). The Dark Triad of Personality: A 10 Year Review. Social and Personality Psychology Compass, 7, 199-216.

Jones, D. N., & Paulhus, D. L. (2009). Machiavellianism. In M. R. Leary & R. H. Hoyle (Eds.), Handbook of individual differences in social behavior (p. 93–108). The Guilford Press.

Paulhus, D. L. & Williams, K. M. (2002). The dark triad of personality: Narcissism, Machiavellianism, and psychopathy. Journal of Research in Personality, 36 (6): 556-563.

Raskin, R. N., & Hall, C. S. (1979). A narcissistic personality inventory. Psychological Reports, 45(2), 590.

Un pensamiento sobre “La triada oscura de la personalidad. Poder, dinero y placeres

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *